¿Tu gato ha estado vomitando últimamente? Tal vez no sea vómito; comprende

¿Tu gato ha estado vomitando últimamente? Tal vez no sea vómito; comprende
¿Tu gato ha estado vomitando últimamente? Tal vez no sea vómito; comprende (Foto: Alexander Andrews/Unsplash)

¿Tu gato tiene la costumbre de vomitar por la casa? Algunos dueños de gatos se han acostumbrado a ver esta escena regularmente. Sin embargo, según los expertos, el vómito felino nunca debería considerarse normal.

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Pero, antes de correr al veterinario con tu gatito, es importante saber que lo que acaba de hacer tu gato no es necesariamente vomitar. Según Sarah Schmid, veterinaria de la Universidad de Tennessee, podría ser interesante que los dueños puedan determinar si es vómito o algo más.

La primera opción es la famosa bola de pelo. Los gatos saludables pasan entre el 30% y el 50% del día acicalándose, y una parte significativa de ese pelo termina en el estómago. Normalmente, pasa por el sistema gastrointestinal y termina en las heces. Cuando esto no sucede, obtienes una bola de pelo en el suelo de tu sala de estar.

Escupir una bola de pelo no es lo mismo que vomitar y es un proceso completamente normal para los gatos. Aun así, incluso las bolas de pelo pueden ser señal de algo más serio. “En una población saludable de gatos, el 10% de los gatos de pelo corto y el 20% de los gatos de pelo largo tendrán una bola de pelo dos o más veces al año”, explicó Schmid a Live Science.

Si sucede más a menudo que eso (varias veces al mes, por ejemplo), es una buena idea llevar a tu felino al veterinario, según ella. Podría ser resultado de un acicalamiento excesivo, una señal de que tu gato necesita ser cepillado regularmente o incluso un problema gastrointestinal subyacente.

Otro parecido al vómito es la tos. Un gato tosiendo parece que está vomitando, pero todo lo que sale es espuma o mucosidad. La náusea, por otro lado, ocurre cuando el vientre de un gato se mueve como si estuviera vomitando, pero el estómago está vacío, así que no sale nada.

Finalmente, está la regurgitación. Mientras que el vómito es un proceso activo en el que el abdomen se contrae para hacer que el alimento suba y salga del estómago, la regurgitación es pasiva. En este escenario, el alimento que aún no ha llegado al estómago simplemente regresa.

Cabe destacar que solo porque no siempre sea vómito no significa que los fluidos que salen de la boca de tu gato no sean motivo de preocupación. Cada uno de estos procesos es muy similar y se necesitan años de entrenamiento para que un veterinario pueda discernir la diferencia. En caso de duda, llama a tu veterinario.

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